que la vida es tan sólo el día a día.
¿Dónde fueron mi ardor y mi energía?
Al recuerdo tenaz, luego al olvido.
No me encuentro cansado ni abatido,
tengo ganas de lucha todavía;
pero escasa está el alma de alegría,
sin saber cómo y cuándo, la he perdido.
Mas me da por pensar en el pasado,
con vivir nuevamente otra aventura.
Pero el cuerpo no tengo preparado,
he perdido de entonces la figura.
El humor, para colmo, está alterado
y este mal, para mí, no tiene cura.