y sencillos; humildes y prepotentes. Hace veinte siglos, Alguien, quiso limpiar la
la maldad de he habita en el espíritu de algunos seres vivientes de nuestra especie y todo sigue igual. Alguien a quien cubrieron con un manto, hoy sagrado…. Y venerado por millones de personas…
Y CORRERA EL TIEMPO… V. S.
Hay razones que me dan mucha tristeza:
la indolencia, el temor de ser sincero
o el cuidar como si fuera un cancerbero
dando justa sinrazón a la vileza.
Me concentro en admirar esa grandeza
que en humilde plenitud y sin escarnios
crea sonrisas, desvanece la tristeza;
llena espasmos de dolor, con sus geranios
que adolecen de una hipócrita nobleza
y no olvida aquel sufrir de proletarios.
En el tránsito del Eros milenario
el segmento de maldad sigue existiendo
son las reglas de un vivir que va extinguiendo
los fulgores del santísimo Sudario.
Carlos Alberto/Gallnnet
Gracias por leerme