Excelentes verdades,
pero qué triste se siente uno
de no tener un hombro amigo
a quien contarle las penas.
Sólo trabajar a sido el camino,
gracias por compartirlo.
Un abrazo.
Antonia.
Un poema... ¡ Que mágica manera de decir que estoy presente !
Siempre es bueno compartir
con un amigo/a, aunque hoy en día
no se encuentran amigos leales,
pero siempre alguno nos queda
sobre todo si es de la infancia.
Un cariñoso saludo.
María.
Pues lleva usted razón, estimada María. Precisamente ha sido una señora, a la que conocí cuando ella tenía 15 años y yo 17, quien nos ha invitado a mi esposa y a mí a permanecer unos días en su chalet y a disfrutar de su piscina. Ya ve cómo es la vida.
Muchas gracias por su tiempo, amiga mía.
Saludos.
Francisco
La gloria es del que la busca; la suerte de quien la encuentra.