es enorme de cuantos te han querido.
No hace falta decirlo, pero has sido
buen esposo, buen padre y buen abuelo.
De sensato y cabal todo un modelo,
un hermano mejor nadie ha tenido.
Solamente una cosa a Dios le pido:
Que el dolor nos mitigue y dé consuelo.
Porque fuiste un ejemplo de entereza,
de valor, sensatez y de hidalguía;
un señor de los pies a la cabeza,
de honradez desusada ya hoy en día.
Caballero español y de una pieza
que, atendiendo a su honor, nunca mentía.
Que la Virgen María
de Su Mano te lleve y ponga al lado
de su Hijo querido y tan amado.