No sé por qué habrá sido...

[Eduardo Cortese]

Estaba en la gasolinera cargando nafta cuando noté que desde el coche rojo, esa señora rubia me miraba. La miré, no le presté demasiada atención, terminé de cargar y subí a mi coche y me fui.
No tenía en realidad un rumbo fijo, ya que era domingo y los domingos suelo subirme a mi coche y que me lleve a donde pueda, a penas manejándolo.
En una esquina, frente a un semáforo, frené. Miré al costado y estaba la señora rubia de la gasolinera, con su auto rojo fuego. Me miraba y parecía querer decirme algo, pero no le dí demasiada importancia. Tenía una cara conocida, pero tampoco me preocupé demasiado en pensar y averiguar a quién me recordaba. Cuando el semáforo cambió, arranqué y seguí sin rumbo por la avenida. Ahora ya sabía donde quería ir. Pasearía por los bosques de Palermo, así que dirigí mi coche hacia ese rumbo.
En unas pocas cuadras más, sentí que un coche rozaba el mío. Miré y era el coche rojo que estaba en la gasolinera. Logró ponerme nervioso. Frené. Ella frenó. Nos bajamos cada uno de su coche. Yo desesperado por ver qué le había hecho a mi auto. Miré y me dí cuenta que del lado derecho lo había raspado con su coche, una pequeña abolladura y una saltada de pintura. Miré a la mujer y le dije: Espero tenga seguro. Por supuesto, contestó ella. Se sonrió. Me puso más nervioso esa sonrisa. Tomé un lápiz y un papel y le pedí sus datos.
Mariela Noemí Paredes....Al leer su nombre en el registro quedé petrificado. La miré a los ojos y me volvió a sonreír. Y tú eres Alejandro Prieto, me dijo. Sin decirnos nada más nos abrazamos.
Treinta años habían pasado. El abrazo fue largo. Luego miré a mi alrededor y ví un café y la invité a tomar algo. Ella accedió.
Recordamos nuestra juventud. Ella sólo tenía 18 años entonces y yo sólo 20. Fuimos novios durante 6 meses. Seis meses hermosos de pasión y locura juvenil. No podía creer que no la hubiera reconocido. Pero es que treinta años cambian el cuerpo y estaba muy distinta. Yo también estaba muy distinto, pero ella, ya en la gasolinera se había dado cuenta de quien yo era.
Me contó su historia. Se casó. Tiene un hijo de 17 y una hija de 14 años. Fue al poco tiempo de que nos separamos cuando conoció a su actual marido, y en breve se casó.
Se recibió de bioquímica y hoy trabaja en un laboratorio importante.
Yo le conté que después de que nos separamos conocí a la que fue mi mujer durante quince años y con la cual tuve un niño que hoy tiene 12. Luego nos separamos. Ella se volvió a casar con un embajador y se fue a vivir a Madrid con mi hijo. Yo me recibí de arquitecto y trabajo en una empresa constructora.
Luego de que nos pusimos al día con nuestras historias comenzamos a charlar de aquellos tiempos, esos en los que la juventud nos pedía en cuerpo que estemos juntos. Lo que disfrutábamos estando juntos, los amigos de antaño, la familia, los bailes, la forma en que nos conocimos y la desatinada forma en que nos separamos. Por qué nos separamos?. Quién sabe?, Son las vueltas de la vida. Nos queríamos y sobre todo el placer del sexo que teníamos era un juego que nos apasionaba con el alma.
Tantos recuerdos. Tantas horas compartidas. Tantas alegrías....y por qué no vamos un rato a tu casa?, me dijo.
Con gusto la llevé.
Rompimos en un abrazo lujurioso, besos, el ansia de nuestros cuerpos desnudos...y los cuerpos habían cambiado. Treinta años son treinta años. Ni yo era el mismo, ni ella era la misma, pero la pasión que se encontraba en medio nuestro, seguía siendo ardiente la misma.
La mañana del domingo pasó. Y llegó el mediodía. Cocinó y comimos, y llegó la tarde. Hicimos el amor y...no me quiero ir. No quiero que te vayas...Llegó la noche...me quedo.
Quedate. Dormimos. Y al despertar...olvidémonos del mundo por un día más...y nos olvidamos.
No sé por qué habrá sido que nos separamos aquella vez. No sé por que habrá sido...
18/11/07

[Esther Luscinda Melcón]

Se fue, no sé porqué tal vez cansada de amar...
Un saludito Esther Luscinda

[Antonia Pérez Garcí­a]

¡Hola Eduardo!... como ya te digo, verdadera literatura
en tus narrativas...un placer leerlas.
un Abrazo de Antonia.

[Brujis]

Hola!!
estuve paseando por la web por una invitación que me llegó, me atrajo enseguida el foro de poetas modernos... y de allí... ¡a la narrativa! mi preferida...
Leí­ muchos relatos esa noche pero este me gustó especialmente, quizá porque escribí uno similar pero desde el punto de vista femenino.
Por eso me registré, por eso comento, Eduardo, lectura breve fluida y placentera... especial para cuando llegamos cansados de trabajar...
Nos vemos!
Saludos a todos los foristas!!
Brujis

[A. Elisa Lattke V.]

[quote="Eduardo Cortese"]

¡Hola querido compañero!
Me alegra que hayan subido este relato y pueda tener la oportunidad de leerlo. Es muy bueno querido Eduardo. Te felicito. .
Ya pasaré por tu foro a visitarte de nuevo, estoy saturada en mi hogar con algunos compromisos familiares y me concedo sólo poco por algunos foros que me gusta visitar. Un beso. Elisa..