EL NIÑO DEL AUTOBÚS (Cuento)

[Antonia Pérez Garcí­a]

Cómo cada mañana subía al autobús trayecto a los Costales. Ocho y media, rumbo a mi trabajo en la oficina número dos del periódico NUEVA CIUDAD. Mi trabajo cómo reportera hacia que permaneciera muchas horas
en la calle. Aproximadamente a las once y media volvía a subir a la misma línea de autobús, hora en que generalmente no viajaba demasiada gente, así
que nos podíamos ver la cara y hasta saludarnos los que asiduamente nos encontrábamos a diario.-Recorrí con la mirada todo el interior del bus, y sí
también estaba el mismo niño, cabizbajo cómo siempre.- Había algo en él
que me impulsaba a observarlo.-No parecía un niño travieso, pero sí adormilado jugaba con algo en sus manos, ningún día de los que coincidí-
amos pude saber qué era.
Alguna vez intenté sentarme junto a él, sin embargo el niño de inmediato dejaba el lugar y se colocaba en otro con más espacio, o simplemente medio escondido detrás de las personas que se encontraban de pie. –Esa mañana , mis pensamientos, imaginaron un vuelo sobre la figura de ese
niño. -¿quién era?..¿porqué se comportaba siempre igual?... preguntas y
más preguntas…-¡Adonde iba a esa hora!..¿porqué no hablaba con nadie
y rehuia a todos. Mire mi reloj pulsera, todavía faltaban dos paradas para
terminar mi viaje. En ese momento el niño me miró de reojo. En ese momento imagine mi propia niñez, lo vi columpiarse alto con todas sus
fuerzas, abajo el suelo de arena blanquecina, chapoteando en un charco de
agua, o peleando con los otros niños del barrio. Lo veía sonriéndole al único payaso del circo que había llegado a la Ciudad, sólo por esa semana.
-Seguía imaginando hermosos pájaros de colores brillantes que permanecían dormidos sobre las nubes envueltos en vapores que emergían
quién sabe desde donde.- fue como si el niño se diera cuenta de toda mi
imaginación porque me sonrió y luego bajo su mirada, quizás… tuvimos
transmisión de pensamientos….- no pude apartar mi mirada del niño, sen-
tia una extraña sensación de ternura especial, -- ¡lo volvería ver en el mismo autobús y a la misma hora!... en la próxima parada baja!-

Las semanas se iban sucediendo y siempre coincidíamos el niño y yo,
una cierta confianza se había consolidado entre los dos , ya nos saluda-
bamos, hablábamos sobre el colegio y nos decíamos hasta mañana.
Ese día le pregunte -¡vas al colegio – y me respondió…
--¡No!.. ahora voy a la casa de mi abuela y ella después me lleva al cole
pero a la tarde, voy a cuarto de primaria…
--Y cómo te lo llevas…bien, le pregunte.
-Si la historia y la geografía nunca me las acuerdo, pero las matemáticas,
Eso muy bien…exclamo -puedo hacer cualquier calculo de memoria ,
Siempre obtengo diez , me contesto sonriendo.
-¡Qué bien…porque lo que siempre cuesta es la matemática, al menos a mi
Me costo muchísimo, a parte de suspender dos veces, mis padres me dieron
Penitencia..-¿Y a ti te dan penitencia ¿-
--¡no, yo no tengo padres, vivo con mis tíos y como ellos trabajan es que voy a pasar el día con mi abuela, después ellos pasan a buscarme-
--Y tu maestra es buena..- le pregunte,
--si… mucho me ayuda en historia y geografía… es que son muchos nombres juntos para que me los acuerde a todos, entre los ríos y las
Montañas.. no puedo acordarme, me los confundo y mi cabeza se hace
Un lío… muchas veces me puse a llorar cuando tenía examen , es que mi
Abuela y mis tíos se ponen tristes.
-te riñen…le pregunte.-
-no, no, sólo que se ponen tristes y me dicen ¡el próximo será mejor!-
-Tienes que poner más empeño cuando estudias así la memoria se agiliza
- bueno algunas veces lo hago muy bien y me he sacado un siete, aunque
Sea para levantar las notas anteriores.- los dos nos sonreímos.
Claro que sí le dije. El niño sacó de su bolsillo una figurita (esas de pegatinas) y me la regalo.
-toma para tu carpeta, esa que llevas en la mano,-
-muy bien… aquí mismo la pego,¡ves queda preciosa…es un ramo de flores, muy bonitas ¡…-
-claro… por eso te las regalo, es una figurita de niñas, pero como vienen
En el paquete.. a veces las rompo!..-
-Gracias…por las flores y ahora cómo te llamas- le pregunte.
-Me llamo Manuel y me dicen manu.
Luego me pregunto.
-¡siempre viene en el autobús y nos encontramos…¡adonde vas tu ¡..
-yo.. a trabajar, le respondí… trabajo en un periódico, soy reportera
Y tengo que ir a donde esté el suceso con mi compañero que es fotógrafo
esas noticias que nosotros cubrimos, son las que se leen en el periódico junto a las fotos que saca mi compañero.
-Ah…que bonito,¿yo también podría ser periodista como tu ¿.. me preguntó
-Claro que si , le conteste cuando seas mayor..y si te sigue gustando-
a lo mejor eres tu mi compañero, le dije.
-¡qué bueno sería – y me sonrió de la manera más angelical que antes
hubiera visto en mi vida. El autobús llegó a la parada donde el niño
bajaba. –me miró, ya no había en sus ojos esa mirada de recelo de antes.
-Hasta mañana- me dijo y me estiro su manito.
--Hasta mañana- ¡estudia ¡…-lo haré me respondió…
Las dos siguientes paradas que me faltaban a mi, se hicieron todavía
Más cortas… había logrado que aquel niño me hablara, me sonriera y
Me contara sus cosillas. Me sentía muy bien ya que desde el primer día
Que lo vi me sentí intrigada, inquieta , puede ser porque se me hacía



Difícil ver a una criatura sola todos los días, no se que me pasa, siempre
Me asaltan pensamientos de peligro.-En fin a sido fantástico, Manuel es
Un buen niño, de pensamientos transparentes. Mañana seguiremos ha-
Blando.
Ese día no salimos en busca de noticias, al parecer todo se mantenía con
Absoluta tranquilidad en la Ciudad. Mi jefe había dejado una nota sobre
Mi escritorio, me recordaba los artículos de notas anteriores que habían
Quedado sin firmar. A si que me puse en ello hasta darlo por terminado .
Había algo en mi interior que me llenaba de satisfacción…era ese niño
Del autobús , que de alguna manera me venía preocupando.
-Su vida era normal…y sabía su nombre, Manuel…y hasta me regaló
Una figurita de un ramo de flores –
Sin embargo esa noche me levanto una rara fiebre, pues no tenía catarro
Ni anginas. –El médico , por si acaso me receto un antibiótico y me ordeno
Quedarme en cama por el resto de la semana, primero me rehusé pero al
Verme un poco mareada decidí obedecer al médico. –se decía que circulaba
Un virus… y no era cuestión de contagiar a nadie si yo lo tenia y menos
A Manuel…pobrecillo… a lo mejor le extrañaba mi ausencia.
-Le había comprado un paquete de figuritas de las que coleccionaba, se las
Daría en el próximo encuentro.

El lunes siguiente, pasó a buscarme mi compañero fotógrafo en su coche,
Para asegurarse que ya me sentía bien.- ese día no me moví de mi despacho
Aprovechando a ordenar mi archivo y aguantar una que otra broma de mis
Compañeros… después de todo me había venido estupenda esa fiebre,
(decían) porque se me veía mas relajada…-quizás tenían razón –

-De cualquier manera el encierro en la redacción me agobiaba –
A eso de las cinco de la tarde, mi compañero fotógrafo tenía una cita
Para unas fotos y me invito a que lo acompañara.
-Bien , tomemos el aire un poco – dimos una vuelta por la Ciudad a ver
Si nos interesaba algo, mi bolso y la carpeta siempre conmigo,-
La cita de mi compañero era para las I9 horas, a si que nos sobraba tiempo.
-Entramos en la rotonda y retomábamos el rumbo al centro nuevamente,
Giré la cabeza hacia la derecha donde se cruzaba una callecita,-
-Retrocede, le dije a mi compañero; algo pasa allí , hay varias personas,
¡Vamos ¡.. le dije, a lo que me contesto…
-¡será algún borracho, siempre quedan tendidos en el suelo ¡…
-¡no,…vamos a ver, le respondí.-
Bajamos del coche y caminamos hacia el lugar donde estaba la gente.
Una mujer lloraba presa de un ataque de nervios, junto a un coche
De color gris plata. En el suelo el cuerpito de un niño, casi sobre el
Cordón de la vereda y algunos libros desparramados por el suelo.
-Dios…dijo mi compañero, un niño atropellado, sacaré algunas fotos
Del accidente,- . Ya se escuchaba la sirena de la ambulancia y otra que
Sin duda era la policía. – Me acerqué hacia el niño…y mi corazón se
Me quería salir del pecho, Me arrodille junto a él, le agarré la manita
Pero yo no podía articular palabra, el niño me miró y me hizo una mueca
De sonrisa,..-¡Señorita vino!... un hilito de sangre asomaba por su boca
Y por su nariz.
La ambulancia y la médica ya estaban allí y detrás de ellos la policía…
Al ver que el niño tenia su manita en la mía me ordenaron retirarme
- retírese… por favor señora, deje trabajar al auxilio médico.-
-Di un paso atrás o dos.. no se estaba mareada, tenía náuseas…¡no lo sé!
Ni siquiera se los minutos que pasaron, pero estaba mirando estupefacta,
Paralizada, vi que cubrían al niño con una sábana…no podía moverme.
Mi compañero tomaba fotos y escuche que el policía, le pedía copia de
Ellas. – Tampoco la mujer del automóvil gris se quiso apartar del lugar.
Sólo lloraba y entre su llanto decía…¡ qué ella venía saliendo de la
Bocacalle y el niño intento cruzar…no lo pude evitar… me asuste en vez
De frenar,-estaba segura de haberlo esquivado-…¿por qué…Por qué?...
Se repetía envuelta en llanto.-
-Yo seguía parada, clavada al cemento de la calle, por mi boca no podía
Salir palabra alguna.-
Los testigos del accidente hablaban entre ellos…¿Quién le avisaría a su
Familia?...-yo nunca le pregunté donde vivía, ni quienes eran sus familiares
De nada podía servir yo en aquel momento, … si al menos hubiera pasado
Por allí primero,…hasta podría haberlo llevado hasta su casa…mil cosas
Pasaban por mi aturdida cabeza .-Mi compañero se me acercó, ¡qué podía
Imaginar él,-…-pobre chiquillo, murmuro, es que no se les puede dejar solos, menos mal que la escuela está ahí a pocos metros, ellos lo
Identificaran… bueno compañera, tenemos una noticia de última hora, el
Paseo no ha sido en vano…-¡he..! que te pasa estás tiesa como si no
Hubieras visto nunca un accidente… claro este es un niño, pobrecillo
Terminar así cuando todavía no entendía la vida suficientemente,¡en fin!...
-Me costo empezar a caminar, recién entonces comenzaron a caer lágrimas
De mis ojos y en los que sentía un dolor de fuego imposible de aguantar.-
Antes de subir al coche, mire fijamente a mi compañero y entre llanto
Le dije…- Es el niño del autobús…el niño de quien tanto te hablé… el
Niño al que no vi por todos estos días por tener esa maldita fiebre….y
Rompí a llorar.
El resto del trayecto no volvimos a decir palabra alguna. Quedaba todavía
La sección de fotos prevista, pero yo no baje del coche…¡Si saqué del bolso la carpeta de todos los días, -en la tapa estaba la pegatina del ramo
De flores y su nombre…Manuel.. Busqué en el interior del bolso el paquete
De pegatinas, que tenía para habérselas regalado…por la mañana siguiente
En el autobús. – y las aprete sobre mi corazón , con la seguridad de que
Nunca olvidaría aquel niño.
No volvería a subir a aquel autobús, por mucho tiempo. Haría el trayecto
A mi trabajo en taxi, hasta que solo fuera un recuerdo, un recuerdo
Sin duda imborrable.

[Liliana Aiello]

UNA TRISTE HISTORIA LA DE ESE NIÑO... BUENA NARRATIVA AMIGA.
LA VIDA ES ASÍ... NOS LLENA DE SORPRESAS.
MIS CARIÑOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS.

LILI

[Maite Martin-Camuñas]

Muy buen relato Antonia, se me saltan las lágrimas pensando en ese niño.
Un fuerte abrazo

[Antonia Pérez Garcí­a]

Querida Maite...te agradezco muchí­simo que entraras en esta narrativa,
a veces los que escribimos, no podemos saltar las realidades...
y las historias no siempre terminan felices....
Por eso te sigo dando las gracias, siempre me destaque más en lo trágico...
me es inevitable.
Un beso de Antonia.

[Brujis]

Hola!! qué lindo saludarlos otra vez...
Antonia, me gustó mucho tu relato... aunque sea muy triste...
Exploras uno de los temores de los humanos... aquél que tiene que ver con las decisiones postergadas simplemente porque la rutina nos atrapa en su telaraña... Nunca dejamos de preguntarnos ante un hecho que nos descoloca de nuestro cómodo lugar en este mundo "¿y si yo hubiera...?"
Y la respuesta nunca llega, porque jamás se repetirá una situación exactamente igual ...
Nos vemos...
Saludos!!

[A. Elisa Lattke V.]

[quote="Antonia Pérez Garcí­a"]


No sé si podrí­a encuadrar en un cuento, más bien creo que se trata de un relato , pero no deja de ser entrañable y a la vez dramático su final, es el menos deseado después de llevarnos tan bien en esos viajes de autobus con su personita tan querida, consigues que se nos meta el niño dentro.

Un beso Amiga. Elisa.

[Marí­a de león]

Querida amiga... qué te puedo decir si me has hecho llorar, me has ganado
el alma y también la desesperación que me ha invadido.
Magnífica narrativa, pues haces seguir paso a paso todo el relato.
Un beso grande de tu amiga.
Marí­a.