muere más que una persona,
pues siente que le abandona
algo más quien le respeta.
Tengo lista la maleta
para marcharme contigo
y aseguro que lo digo
de verdad, que estoy dispuesto
si sé que tengo allí un puesto
a tu lado, viejo amigo.
¡Pues menudas discusiones
que tendríamos con Dios!
- ¿Que es una sílaba? ¡O dos!
¡Oye, Señor, mis razones! -.
Yo entonaría canciones
por distender el ambiente,
tú enfocarías la lente
para esas fotos que hacías.
¡Curiosas fotografías
que me alocaban la mente!
No recuerdo ya su nombre,
aunque las gafas conservo.
A ver si doy con el verbo,
con tan complicado nombre.
Ya no hay nada que me asombre
después de aquello. ¡Qué risa,
cómo de forma precisa
marcabas el objetivo!
Te has ido, pero estás vivo
pues viva está tu sonrisa.
Me siento solo, en verdad.
Ya veremos si el camino,
no teniéndote vecino,
sé andarlo en mi soledad.
¡Ayúdame, por piedad,
desde el sitio donde estés,
¿o acaso es que no me ves
que ando un poco despistado?
Anda, retorna mi lado
y prosigamos después.