y, si es morir así, es cierto
que prefiero no estar muerto
porque es más dulce vivir.
Pero vivir bien despierto,
porque si vives soñando
dudo que bajo tu mando
tu barco arribe a buen puerto.
Mis pulmones estallando,
sentí marcharse mi vida;
dándola ya por perdida,
pues suspiros me hallé dando.
Y en ese instante fue cuando
saqué fuerzas de flaqueza.
¿De dónde? De mi cabeza,
que me impulsó en un instante
a marchar hacia delante
con valor y con firmeza.
No comprendo todavía
cómo pude una escalera
subir pero, como fuera,
lo logré con osadía.
Me detuve, de manera
que pude al fin respirar.
Los que me vieron sudar
no se inmutaron siquiera.
Lo cual me obligó a pensar
que a nadie le importas nada
La gente ve de pasada,
no se quiere involucrar.
Amamos pero, a la par,
no queremos tener líos.
- Ya me basta con los míos. -
Piensa, quizás con razón,
que entregar el corazón
es sólo cosa de críos.