TIERRA VIRGEN.
Siempre tu, tierra mía, te mantienes a mi lado,
me diste fuentes y ríos, montes y los llanos,
hiciste crecer la hierva, para pastar el ganado,
nos diste las simientes, para obtener el grano,
pusiste los árboles, las flores y los pastos
nos das la luz de sol, y también su ocaso,
y en las noches tenebrosas, luz de luna
en un vano.
Nos das tantas cosas, y nos enseñas tanto
como que la lluvia fertiliza los oscuros campos
o que los negros nubarrones son necesarios,
para fortalecer los altos, en los que anidan
los pájaros.
Soy yo que inconsciente, te he abandonado,
destruyendo con ansia, miles de arbolados,
llenando las tierras de inútiles cercados,
fustigando las aguas haciendo traslados.
Soy yo inconsciente, quien te esta forzando
siendo como el refrán, - a Dios rogando
y con el mazo dando - tan solo en la tierra
tu mayor quebranto.