ODA A LUZ-BELL
poema de OSCAR PORTELA
Tú fuiste su gemelo. La abierta
Herida en su costado. Y aquel no
Soportaba la visión de si mismo
Reflejada en tus Ojos de clarísimo
Mar. Como ladino amante
Despechado te arrojó de su lado.
Ya deyecto. Olvidado. Ya sin alas
Con la in-saciada sed de los
Desiertos sobre los secos labios
Vigilado que fuiste. Oh clara
Luz Osada. Y entregado a ti
Mismo y al abismo sin fondo
Fuiste el hijo de Titanes
Y Dioses ultrajados.
En el lejano exilio
Decidiste abrir la pepa del
Conocimiento y el jardín de lo
Oculto se reveló a tus parpados.
Más El no estaba ajeno a tus
Designios. La libertad increada
Que sembrara, fue su sombra
Y su pena. La abierta herida
Que sangraba de su seco
Costado. El infierno de Dios
Sobre esta tierra.
Más tú multiplicabas tus deseos.
Los desiertos tornaban-sé vallados.
La mar multiplicaba peces. La tierra
Trigo. Y el sutil tentador transfigurado
Fue su carne en tu carne:
“Sed a no malo” tú exclamaste.
Ya olvidado de todo.
¡Ay! perseguido por la iracunda
Saña de aquel. Tu mismo hermano.
Y olvidado de todo fuiste reo.
De nuevo el mundo fue tu cárcel.
Y expurgaste inocente aquella sangre
Con finitud y pánico.
Ahora el mal triunfaba.
Triunfaba Dios sobre LUZ-BEL.
El hombre. Solo un ángel vencido.
Derrotado por la envidia del Otro.
De su hermano.
ODA-A LUZ-BELL, poema de OSCAR PORTELA
Moderador: IVAN CARRASCO AKIYAMA
ODA-A LUZ-BELL, poema de OSCAR PORTELA
Oscar Portela
Re: ODA-A LUZ-BELL, poema de OSCAR PORTELA
De Edna Pozzi a Oscar Portela
Entonces, Oscar, mientras tus poemas inician su vuelo vertical (¿a qué extrañas alturas?), yo miro las excesivas hojas caídas de este otoño y pienso que cuando escribo soy apenas una pluma de quetzal, con esos pequeños círculos dorados que con el tiempo se van apagando, toman un color de sangre seca, de inevitable melancolía.
Claro que me dijeron que el poeta "hace palabras" y por eso tan y tan alta es la dignidad de la poesía. Pero hay otros "saberes", así de misteriosos y secretos, que irrumpen en el mar del lenguaje y tornan ilusorio cualquier intento de aproximación. En ese borde peligroso estamos escribiendo y a veces siento el vértigo de la caída. ¿Cuándo y de qué manera la certeza de la exactitud, el encuentro que no es meramente la nostalgia de lo perdido?
Estoy dándote las gracias por tus palabras y la calidez de tu amistad. Siempre tus poemas me con-mueven de un sitio para el otro, como el mar. Estás "sucediendo", Oscar, haciéndote de a ratos inacabable, fluyendo sobre una meseta de dura soledad.
Ahí te estoy acompañando, si me lo permitis. Va un abrazo, un recado para el poeta amigo.
Entonces, Oscar, mientras tus poemas inician su vuelo vertical (¿a qué extrañas alturas?), yo miro las excesivas hojas caídas de este otoño y pienso que cuando escribo soy apenas una pluma de quetzal, con esos pequeños círculos dorados que con el tiempo se van apagando, toman un color de sangre seca, de inevitable melancolía.
Claro que me dijeron que el poeta "hace palabras" y por eso tan y tan alta es la dignidad de la poesía. Pero hay otros "saberes", así de misteriosos y secretos, que irrumpen en el mar del lenguaje y tornan ilusorio cualquier intento de aproximación. En ese borde peligroso estamos escribiendo y a veces siento el vértigo de la caída. ¿Cuándo y de qué manera la certeza de la exactitud, el encuentro que no es meramente la nostalgia de lo perdido?
Estoy dándote las gracias por tus palabras y la calidez de tu amistad. Siempre tus poemas me con-mueven de un sitio para el otro, como el mar. Estás "sucediendo", Oscar, haciéndote de a ratos inacabable, fluyendo sobre una meseta de dura soledad.
Ahí te estoy acompañando, si me lo permitis. Va un abrazo, un recado para el poeta amigo.
Oscar Portela
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- Registrado: Vie Jul 02, 2010 11:01 pm
- Ubicación: Necochea - Argentina
Re: ODA-A LUZ-BELL, poema de OSCAR PORTELA
Excelente poema.
Saludos.
María Inés