EL DESIERTO DE LOS TARTAROS, poema de OSCAR PORTELA
A pasado el tiempo, la sucesión, y nada a sucedido.
Aquí estoy más expuesto que nunca a los demonios
Y a la intemperie de la acumulación, que los espectros
Han dibujado en soledad para mis sueños: las brevas
ha tiempo están para caer y desde ahí reclamar
A los vivos lo que no fue cumplido. Olvidar fue la tarea
Que me impuse a mi mismo, mas poderosos hados impidieron
Que en paz, los fantasmas hablaran con los vivos.
Deste modo nada ha sido olvidado. Todo permanece
de igual modo, aunque
Fluyan la sucesión, y los deseos, o la imaginación, lean ya solo
Los nombres inscriptos en las lápidas. Madre, padre,
Amantes, amigos, volaron como huyen cornejas en
Invierno, Patria que soñé cuando niño y ahora,
En andrajos, pide mendrugos en las esquinas más siniestras.
A veces en silencio, veo un cielo infinito alumbrado
De titilantes astros, y escucho en madrugadas claras
Como el agua que vierten las montañas, el grito de los
Monos en los montes de infinitas praderas.
En verdad me digo, han pasado ya siglos y el que
Ahora reclama, silencio y paz, amortajado está por
La impudicia que los mortales trajeron a las viñas:
Descansaré algún día? Como canes los demonios
Se ensañarán conmigo? O el milagro que aquí,
Sin que lo vea, y en mis últimas horas deparará
Ternuras, nunca vistas, sentidas, sobre la piel añosa
Deste árbol ya muerto, resucitado entonces?
No hay respuestas. Ominoso silencio a la pregunta
Y sangra el corazón del hombre niño. Donde está el
Sembradío, donde las rizas que en el jardín florecen,
Y el inocente juego del tiempo, que el niño Dios contiene
Entre sus manos? Que esperar ya sino el invierno
Torbo que se acerca sugiloso a nuestras puertas?. Pequeño,
Pequeño, el corazón del hombre languidece en la tarde
Mientras Bastiano espera la llegada de Huno,
Que alguna vez, con su flecha mortal, inspiró a los guerreros.
Pequeño es el horror de la línea de sombra
En que la nada crece, junto al desierto de los tartaros.
Aquí estoy, entre ruinas, esperando, lo que no debía ser.
EL DESIERTO DE LOS TARTAROS, poema de OSCAR PORTELA
Moderador: IVAN CARRASCO AKIYAMA
EL DESIERTO DE LOS TARTAROS, poema de OSCAR PORTELA
Oscar Portela
Re: EL DESIERTO DE LOS TARTAROS, poema de OSCAR PORTELA
Una caracterización de las nutrientes de la poética de Oscar Portela
Por Rolando Costa Picazo
Apremia decir que he leído con placer y emoción tu último libro.
Ante todo debo agradecerte que me lo hayas enviado, y muchísimo más, que me hayas dedicado un profundo, dolorido y quizás esperado poema.
Todo el poemario revela la segura y estremecida madurez de un gran poeta. Tu poesía posee gran hondura filosófica, a la que se le aúna una apasionada vena emotiva, lo que cumple con el riguroso reclamo de T.S. Eliot de sobreponerse a esa disociación de sensibilidad que en un momento de la historia literaria asestó un golpe terrible a la poesía al hacer que elpoeta piense o sienta por momentos, pero no a la vez.
Me deleitan metáforas como “la clausura de la melancolía", “la solapada memoria", o “la frente del lenguaje"; apotegmas que resumen una verdad profunda, como:
“La muerte es dispersión / de los límites"; el fraseo preciso de “un pobre estar aquí".
Me he extasiado ante la escueta sencillez de poemas que horadan con su constante presencia: el olvido y la memoria, la muerte, la soledad, el dolor, la añoranza, el sorpresivo surgimiento del amor.
Es indudable la unidad del poemario en el sostenido canto, susurro o denuncia de la voz poética, pero asombrosa la variedad de matices y tonos: furia en “Odio", desgarramiento en “El Padre", confesión en “Resurrección’, aunque en realidad todo el libro constituye una autobiografía: patentes quedan tus predilecciones y temores, tu sufrimiento y tu gran lirismo, que vuelve a profundizar sus búsquedas en los poemas de “Claroscuro".
Rolando Costa Picazo: Traductor completo de Auden y otros poetas ingleses, crítico, poeta.
En lo que se a caracterizado como la zona muerta de la poesía de éste autor Argentino, ahonda el gran crítico y traductor Argentino Rolando Costa Picazo, definiendo las caracteristicas de esta poesía, que también ha sido catalogada como solitaria en las últimas décadas, comparandola con otras propuestas estéticas, llevadas a cabo en la Argentina.
Por Rolando Costa Picazo
Apremia decir que he leído con placer y emoción tu último libro.
Ante todo debo agradecerte que me lo hayas enviado, y muchísimo más, que me hayas dedicado un profundo, dolorido y quizás esperado poema.
Todo el poemario revela la segura y estremecida madurez de un gran poeta. Tu poesía posee gran hondura filosófica, a la que se le aúna una apasionada vena emotiva, lo que cumple con el riguroso reclamo de T.S. Eliot de sobreponerse a esa disociación de sensibilidad que en un momento de la historia literaria asestó un golpe terrible a la poesía al hacer que elpoeta piense o sienta por momentos, pero no a la vez.
Me deleitan metáforas como “la clausura de la melancolía", “la solapada memoria", o “la frente del lenguaje"; apotegmas que resumen una verdad profunda, como:
“La muerte es dispersión / de los límites"; el fraseo preciso de “un pobre estar aquí".
Me he extasiado ante la escueta sencillez de poemas que horadan con su constante presencia: el olvido y la memoria, la muerte, la soledad, el dolor, la añoranza, el sorpresivo surgimiento del amor.
Es indudable la unidad del poemario en el sostenido canto, susurro o denuncia de la voz poética, pero asombrosa la variedad de matices y tonos: furia en “Odio", desgarramiento en “El Padre", confesión en “Resurrección’, aunque en realidad todo el libro constituye una autobiografía: patentes quedan tus predilecciones y temores, tu sufrimiento y tu gran lirismo, que vuelve a profundizar sus búsquedas en los poemas de “Claroscuro".
Rolando Costa Picazo: Traductor completo de Auden y otros poetas ingleses, crítico, poeta.
En lo que se a caracterizado como la zona muerta de la poesía de éste autor Argentino, ahonda el gran crítico y traductor Argentino Rolando Costa Picazo, definiendo las caracteristicas de esta poesía, que también ha sido catalogada como solitaria en las últimas décadas, comparandola con otras propuestas estéticas, llevadas a cabo en la Argentina.
Oscar Portela