Quisiera vivir en un mundo tranquilo
en las noches, dormir como un niño;
en las tardes jugar con platillos
y si el sol ha salido, al abrirse mis ojos
yo quisiera quedarme dormido
y volver a soñar.
yo quisiera soñar con un mundo invertido
sin malicias…
donde todas las piezas se vuelvan a armar
en un mundo creado por la mente de niños
ajeno a los adultos; ajeno al qué dirán
Yo quisiera viajar hacia un mundo distinto
llevar el pensamiento del adulto al niño
y en él, purificarlo y ya purificado volverlo a retomar
para llenar los libros con prosas y con versos
con un mensaje puro, nacido en la niñez
que no sabe de envidias, rencores o prejuicios
de guerras, de ambiciones, de colores de piel
o de maldad ¡Patrimonio de adultos!
Que nos van distanciando, que nos apartan mucho
y el espacio que queda, la distancia que hicimos
las llenamos de duras razones, de raros motivos
y nos olvidamos que somos los mismos.
Yo, con tus errores, con nombre distinto.
No nos perdonamos… ¡Ya no somos niños…!
Esto nunca ocurre, cuando duermo y sueño que:
¡Estoy en el mundo que hicieron los niños…!
Alma Bohemia. Ahora Gallnnet Jul. 2003