Dibujo una parábola cruzando vientos
a orillas del arrebol que adormece la tarde
cuando un sol muy cansado de brillar el día
se anestesia y se desmaya en el horizonte
hiere el aire un festín de gaviotas
y estornudan mensajes en su idioma de pájaros,
y escribo otra parábola, que no vuela,
mas habla, en idioma castellano.
Perecible es el perfume, como la noche,
todo muere, pasa, se olvida,
mas mi parábola, a pesar que no vuela
transcurrirá in aeternum, en los tiempos, y trasciende.
Y dormiré entre riscos y montículos,
pasearé por caminos diagonales,
leeré evangelios y novelas pornográficas
caeré en abismales sueños con valeriana
y las flores seguirán siendo flores
los ríos ríos y los mares mares,
pero yo no estaré, me habré ido, ¿lejos?
quien sabe, convertido en pájaro, yogur, o plancton.