SON YA, SEIS.

[Olga San Isidro]

Ya sé que la muerte es una de las transiciones vitales de los humanos, ya sé, que es ley de vida, pero ¡Dios! como duele cuando te toca de cerca, cuando ves que uno tras otro, van abriendo en el corazón herida tras herida.
Nos permitimos encarar lo desconocido, sin temor, pero…la muerte… ¡Dios! esa terrible desconocida, nos apabulla…nos amedrenta…y todo, porque jamás nos esquiva.
Por eso hoy, le escribo, porque me marchita, y en su viaje –hoy que acabo de perder a otra tía- le mando por ella, un trocito de mi corazón, a mis abuelos y a mis otros tíos.

SON YA, SEIS

¡Ya están aquí, Mercedes!
-dicen que dijo, José-
¡Arre centella! –le dijo ella-
ya vino uno…
ya vienen dos…
y no hay dos sin tres,
pero ya se fueron cuatro
que con ellos, suman seis.

Llegose primero, José,
y estando ya en el cielo,
fue José su hijo,
a reunirse con él…
después, se llego Mercedes
y en breve intervalo de tiempo,
se fueron Celia, Pilar
y Matilde también.

Ya tan solo quedan cuatro
cuando arriba, ya son seis,
a este lado, queda Antonio,
Celestino y Manuel,
y para no ser menos
queda Josefina también,
llorando a los desaparecidos
y viendo, sus ramas crecer.

[Antonia Pérez Garcí­a]

¡Hola Olguita!...muy buen poema, lamento tantas desgracias juntas...
pero esto entra inexplicablemente en el paquete VIDA.
y de él somos un juguete.
Un beso de Antonia.

[Liliana Aiello]

Duros y tristes versos te leo en este dí­a... es la vida niña que golpea...
Besosssssssssssssssss para ti.

LILI

[Olga San Isidro]

Antonia, Lili, gracias a las dos, por estar ahí­, por vuestras palabras.
Un monton de besos para ambas.

[Victoria]

Siempre es triste la muerte y en la familia más. Me ha gustado
por la expresión y el contenido.
Victoria.