Azoté mi mirada en el muro de ensueños.
Respira la noche jadeantes murmullos;
se escucha el ángelus, volando mariposa,
y el asombro me llena la mente de nadas,
son tan grandes nadas que se convierten en todo
luz de libélulas libertarias de sueños fugados,
y me amarro a tu pelo amarillo de luces
y me siento atado al amor de tus antojos.
Tiembla mi corazón en desesperada fuga,
trepa a las hiedras que caen al vacío de tu alma,
comienzo a sentir como respira la noche,
mientras el río corre bajando montes,
y los peces me hablan idiomas soñados.
Mi voz sube hasta tu boca callada,
te besa, te insinúa una fogata encendida,
y un viento apaga la voz y la fogata.
Todo es silencio en la grandeza del sueño.
Mi mirada azota el muro del olvido.
Son tantas las cosas que me hablan tu silencio
de ese beso tuyo, que surge de mi beso,
mientras el arroyo corre hacia los mares
desenfrenada carrera hacia los peces,
las luces me encandilan, solo miro tu pelo,
y ese pececillo que me anuncia levedades,
calla todo, estrellado en el abrazo.
La tenue mariposa mueve sus alas,
las campanas gritan angelus, letanías,
y me azoto los ojos en el muro con ensueños.
Después, se apaga todo, menos el amor que nos abraza.
El pececillo ríe, mi voz jadea,
es ta hermoso el amarillo de tu pelo mientras grita el olvido.....
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" La historia es la prehistoria del presente "