¿Es tanto pedir...?

[Olga San Isidro]

¿ES TANTO PEDIR.?


¿Es tanto pedir , pedirle paz a Dios?
Decirle que hay niños hambrientos,
viejos desvalidos y eternos sueños,
que la vieja historia se resiente
con los colores oscuros de huecos
dejados en sitios muy frecuentes,

¿Es mucho pedir, pedirle algo a Dios?
Decirle que se muere su gente,
de hambre, de guerra, huidos,
de su casa de su tierra, de su mente,
que las mismas historias se transmutan
como hermosa piel de la serpiente.

¿Es tanto pedir, pedirle alegrí­a a Dios?
Que se llenen los campos de simientes,
que el agua vuelva a las fuentes,
que no nos abandone nunca
la virginidad de los inocentes,
¿Es tanto pedir, pedirle que sea valiente?

Y que al fin acabe de un plumazo,
no con la guerra, sino con los violentos,
no con el hambre, sino con los opulentos,
no con la miseria, sino con los negros abrazos,
que traen hambre, miseria y desalientos,
pues sin ellos, no habrí­a mas tormentos.

[Antonia Pérez Garcí­a]

¡FELIZ AÑONUEVO Y FELIZ DÍA DE REYES!...SI ES QUE HAY ALGO ,
a lo que se le pueda llamar Felicidad....lo mucho ya no exite y lo
poco también se termina, así es a veces cuando proliferan inexactos
los que sutilmente trepan...trepan y no ven que todos un día también
feneceran, que las hojas en blanco también se llenan y entonces
nos obligarán a cambiar, como se obliga tambien a un foro a cambiar.
Gracias por participar.
Un beso grande.
Antonia.
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[Marí­a de león]

¡No amiga...no es tanto pedir, es tan poco a recibir.!
que aquellos que más necesitan, son los eternos olvidados.
Un saludito.
María.

[A. Elisa Lattke V.]

Dios.
¡Qué término que resume la voluntad y el alma buena de todo ser viviente, querida OLga!
Sólo con que todos conseguirí­amos unificar la fuerza del Amor por los que sufren; si los respectivos gobiernos estuviesen de acuerdo en hacer ese milagro. En este mundo puede estar Dios, pasearse entre nosotros, quiero decir, la voluntad del ser humano consciente y bueno que ayuda, repara, colabora, se desprende y es feliz así­ compartiendo con otros su pan o el bien en todas las formas que le son permitidas, pudiendo seguir viviendo con dignidad; pero el espí­ritu del verdadero Amor universal debe nacer en el corazón de cada ser humano, el es el que nos transforma la Vida. Si no se halla allí en cada uno y crece, crece para el bien, no hay tantos sufrimiento alrededor y hablo o incluyo la educación en el amor, en la ética humana para la convivencia en el bien de todos, que es de lo que carece la sociedad o no se promueve y facilita desde la infancia que, si se deposita la felicidad no sólo en el bien personal y sí­ en el de todos, hace milagros; porque no es sólo la materia que nos hace felices y sí­ lo espiritual. Si no se comparte equitativamente la felicidad propia, aún a pesar de los fenómenos naturales y otras miserias ajenas que nos duelen destrozan y nos rompen. El caos, Olga, está en el corazón humano cuando sólo busca su propia felicidad o bienestar. El hombre sin conciencia también vaga en su interior saqueando su corazón bueno, entre las propias ruinas de su egoí­smo u hedonismo. Porque ve en la ignorancia o la miseria ajena, un escalón para estar arriba, sólo arriba para mirar a aquél que le sirve a su fin, pero es grande mientras es feliz temporalmente, eso es lo que le hace sentir seguro, su propio bienestar antes de su muerte. ¿No hay peor egoí­smo cuando deja muchas muertes espirituales y fí­sicas a su paso, habiendo podido dar pautas mejores y ejemplos para mejorar el mundo, estando como estaba en el lugar donde era 'jefe' de soluciones acertadas y podí­a convencer a otras naciones? Piensa en los presidentes de las grandes potencias por ejemplo. Pero sabemos que hay dictadores también hasta en colectivos, partidos, organizaciones, oficinas, y hasta en las propias familias. todo, amiga mí­a se construye para el bien y con el ejemplo, desde dentro y en beneficio de los que amamos, ya sea un pueblo, nación, amigos, familia o el mismo planeta que lo necesita.

Se nos pedirá cuentas a toda la humanidad... Las nuevas generaciones hasta pueden maldecir a quienes les dejaron como herencia, un mundo destruido en todo lo significativo en que se basaban las esperanzas de ese puñado que no pudo parar todo lo que le destruía.
Dios, Olga, somos todos. Su semilla para el amor y su gloria, depende del surco donde la sembramos.

Un abrazo. Elisa

[ERNESTO WÜRTH]

OLGA, si pudiéramos pedir todas esas cosas,
y en caso que Dios nos escuche, creo que si
en el mundo no impera el amor por sobre todas
las cosas, mal le ayudamos a que nos ayude.
El problema somos nosotros, creo yo, y mientras
no cambiemos ese panorama, todo seguirá
igual Bueno, salvo que nos escuche y haga su
voluntad. Te abraza ernesto