entrando al jardín de mi casa,
escuché violines de Haendel
susurrándome al oído un secreto,
músicas suaves de amores
flotan en los alféizares y vagan
por las terrazas de mis pensamientos
junto a mi corazón te siento recitar
bellos versos de tu tarde blanquecina
moviendo tu boca cual soneto alejandrino
sentada en mi rosal de fragancias femeninas,
acaricias mis relatos inspirando mis sentidos
te contaba historia breve
iniciación de mi poema,
miraba tu cara para inventar una rima
palpité tu corazón con un te amo,
te abrí la sonrisa en tus rojos labios
se incendió el mío corazón primero
me dan ganas de desplegar la tela
sobre el atril de tu pelo
pintarte una sonrisa con sabor a esta velada,
estabas sonrojada con la puesta de sol
te diste vuelta, me abrazaste,
la tarde se terminó
el amor flotó en el rojo del crepúsculo
se posó en tus ojos sepias
profundo abrazo de miel,
pintando el lienzo y bellos poemarios
peces azules
azules ojos mirándote los tuyos bellos
comenzó azul este amor nuevo
aguas azules de ultramar profundo
azul en tus rojos labios y amarillo pelo
miradas surrealistas amarrando dos vidas
entre sueños, poesías, pinceles y paletas
la vida es ancha, larga, alta, inmensa y corta.