… huyendo, y siempre huyendo, uno corre y marcha cual tambor de piedras, como abriendo un río;
¡ hombre, hombre – me digo y grito – por qué golpeas y a dónde, a dónde vas, a dónde…!
pero el ruido de lo decrépito y frío es tan hondo, tan hondo;
… y ciego, y entre tumultos de arrastres y por barrancos abajo, rompe el dios contra el fragor de su furia,
y rompe la razón, y el sentimiento ruge y rompe,
y así, cuando quiebran al fin emoción y pasión con las criptas repletas por sus fuegos y aguas,
el destrozo es un mar de hiel desmedido e inmenso, sin límites;
… del otro lado, y llanura adelante, fracturados pies y hombros, ya no sirve romper y ya no sirve rugir:
no hay gargantas ni hay tajos por donde hendirse o caer, ni asimismo auroras, ni márgenes:
con gélido rictus e insondable espanto, y sola, introspectiva y retrospectivamente sola,
por ella marcha, rueda y sufre, la infinitud cuántica y atávica del desdichado y sorprendido ser;
… y pues que sois, y soy el mundo, que el amor divino nos cure las manos y el corazón.
¡Hola eledendo!... me alegra leerle,
como siempre magníficas letras, gracias por compartirlas.
de todo corazón le deseo que pase usted una Feliz Navidad.
Antonia.
Un poema... ¡ Que mágica manera de decir que estoy presente !
Antonia Pérez García escribió:¡Hola eledendo!... me alegra leerle,
como siempre magníficas letras, gracias por compartirlas.
de todo corazón le deseo que pase usted una Feliz Navidad.
Antonia.
... gracias, compañera poeta, muy agradecido por todo durante este año que está a punto de concluir; espero pasar antes a postear algo, pero desde este momento le deseo ya que el nuevo año le traiga todo un cúmulo de salud y ganas de vivir, algo que a todos, de otro lado, nos hace falta¿ no es así, amiga...? Un abrazo fuerte; Orión