Amanece en Madrid, las calles están vacías,
Ya hace años los gorriones dejaron la ciudad,
rumores contenidos se perciben tras el humo,
se confunden con sabores del ácido metal.
Multitudes que deambulan, en pos de un pasado,
diluido entre las nubes perladas de arrabal,
los sueños cohibidos en álgidos insomnios,
que niegan lo evidente, si logras despertar.
Te ciñes al silencio, en busca de otros ruidos
de voces que denuncian, la cierta soledad,
te asomas a la vida, negando los sentidos,
que brotan de las calles, el bronce y el cristal.
Persigues otros pasos de largos recorridos,
entre adoquines y asfalto se pierde la bondad,
olores de cemento, de enjambres y colmenas,
que guardan las razones de lesa humanidad.
El humo ya ennegrece, narcotiza las ideas
cubriendo con su capa de falsa claridad,
y ensayan los actores la farsa y la comedia
con gestos teatrales que ocultan la verdad.
Estimado Roberto, este amanecer
en la gran ciudad de Madrid
debe ser hermoso
aunque no siempre lo veamos con los mismos ojos.
Magnífico poema.
Un saludito.
María.
María de león escribió:Estimado Roberto, este amanecer
en la gran ciudad de Madrid
debe ser hermoso
aunque no siempre lo veamos con los mismos ojos.
Magnífico poema.
Un saludito.
María.
Gracias mi estimada amiga María de león por tus amables comentarios a mis versos.
Un fraternal abrazo
Roberto
¿Quién dijo que la poesía ha muerto?
Si por cada gusano que nace brotan dos rosas.
El tiempo que todo lo cambia, cuanto se a~ora aquellos dias donde todo era diferente
y ahora que ni siquiera hay tiempo de decir buen dia, exelente trabajo y un gran
placer el estar en tu rincon poetico, feliz anochecer tu amiga Victoria.
Amanece en Madrid, las calles están vacías,
Ya hace años los gorriones dejaron la ciudad,
rumores contenidos se perciben tras el humo,
se confunden con sabores del ácido metal.
Multitudes que deambulan, en pos de un pasado,
diluido entre las nubes perladas de arrabal,
los sueños cohibidos en álgidos insomnios,
que niegan lo evidente, si logras despertar.
Te ciñes al silencio, en busca de otros ruidos
de voces que denuncian, la cierta soledad,
te asomas a la vida, negando los sentidos,
que brotan de las calles, el bronce y el cristal.
Persigues otros pasos de largos recorridos,
entre adoquines y asfalto se pierde la bondad,
olores de cemento, de enjambres y colmenas,
que guardan las razones de lesa humanidad.
El humo ya ennegrece, narcotiza las ideas
cubriendo con su capa de falsa claridad,
y ensayan los actores la farsa y la comedia
con gestos teatrales que ocultan la verdad.
... Roberto, amigo, actualmente no vivo en Madrid, pero cuántas veces, cuántas subí andando ese trozo que recoge la foto, cuántas; casi me ha entrado nostalgia, pero así es la vida, amigo, así es; ten paciencia, las grandes urbes suelen almacenar mucho dióxido, pero en Madrid se siente la libertad como en ningún otro sitio del mundo ¿ no es verdad...? Me encanta Madrid, ese talante universal de sus gentes, es único y es cierto; Orión
Victoria Tellez escribió:El tiempo que todo lo cambia, cuanto se a~ora aquellos dias donde todo era diferente
y ahora que ni siquiera hay tiempo de decir buen dia, exelente trabajo y un gran
placer el estar en tu rincon poetico, feliz anochecer tu amiga Victoria.
Gracias mi estimada amiga VICTORIA por tu cálida presencia en mis versos,
para dejar en ellos la grata huella de tus amables palabras.
Un abrazo
Roberto
¿Quién dijo que la poesía ha muerto?
Si por cada gusano que nace brotan dos rosas.
Amanece en Madrid, las calles están vacías,
Ya hace años los gorriones dejaron la ciudad,
rumores contenidos se perciben tras el humo,
se confunden con sabores del ácido metal.
Multitudes que deambulan, en pos de un pasado,
diluido entre las nubes perladas de arrabal,
los sueños cohibidos en álgidos insomnios,
que niegan lo evidente, si logras despertar.
Te ciñes al silencio, en busca de otros ruidos
de voces que denuncian, la cierta soledad,
te asomas a la vida, negando los sentidos,
que brotan de las calles, el bronce y el cristal.
Persigues otros pasos de largos recorridos,
entre adoquines y asfalto se pierde la bondad,
olores de cemento, de enjambres y colmenas,
que guardan las razones de lesa humanidad.
El humo ya ennegrece, narcotiza las ideas
cubriendo con su capa de falsa claridad,
y ensayan los actores la farsa y la comedia
con gestos teatrales que ocultan la verdad.
... Roberto, amigo, actualmente no vivo en Madrid, pero cuántas veces, cuántas subí andando ese trozo que recoge la foto, cuántas; casi me ha entrado nostalgia, pero así es la vida, amigo, así es; ten paciencia, las grandes urbes suelen almacenar mucho dióxido, pero en Madrid se siente la libertad como en ningún otro sitio del mundo ¿ no es verdad...? Me encanta Madrid, ese talante universal de sus gentes, es único y es cierto; Orión
Gracias mi estimado amigo Orión por tu cálida presencia en mis versos,
para dejar en ellos la grata huella de tus nostálgicas palabras, que muestran
lo mucho que recuerdas nuestro Madrid querido.
Un abrazo
Roberto
¿Quién dijo que la poesía ha muerto?
Si por cada gusano que nace brotan dos rosas.