Volando, volando llegue
a la nube mas grande, blanca,
suave, como nunca imaginé.
Al rozarla me acarició, envolvió
como espuma de azúcar.
Los rayos del sol la convirtió
en color rosa, sentí deseos
de palpar su sabor...
Ay, que liviana, libre,
amada me sentí,
Que sabor sublime me invadió!
Quise quedar suspendida en ella,
seguir recorriendo su camino.
De pronto un fuerte viento
nos llevó muy lejos.
Mi nube ya no era blanca,
rosada, se volvió gris, casi negra.
Comencé a sentir miedo
al verla tan oscura.
Y las bocanadas de viento,
cada vez mas bravías.
Mi corazón comenzó a latir
fuerte, en mis entrañas,
sentí dolor, algo me anunciaba
que estaba en peligro.
Mi nube ya no me daba felicidad,
no me acariciaba.
Otras nubes negras se acercaban,
rápidamente, rozándose unas a otras.
Comenzaron a desprenderse
grandes gotas de agua;
comenzó la lluvia, una lluvia
fría, me dolía la piel,
su frío me impregnaba mi cuerpo.
Ay, por volar tan alto, por elegir
la nube mas blanca, hermosa,
y palpar su sabor a espuma de azúcar,
desperté llorando.
Tan solo fue un hermoso sueño,
con deseos de sentirme acariciada,
amada y libre.
Julian Lopez escribió:Hola guapisima, como me gusta tu maravillosa nube
Hola querido amigo, un placer que te guste.
Gracias nuevamente por tu noble y tierno gesto de arroparme, con el poema que me dedicaste, por la perdida de mi Papá.
Te quiero y te admiro.
Un gran abrazo lleno de ternura.
Grisel
Grisel, preciosa, hay que tener mucho cuidadito con las nubes de azucar porque puede que sean amargas cómo la hiel y luego pasa lo que pasa.....
Un besazo muy fuerte
La PALABRA es la que nos hace libres,
no la amordaces.
(Maite Martin-Camuñas)