Hay sábados vacios de todo.
Otros, llenos de nubes en el azul.
Aún, algunas soledades pasean al sol.
Y que decir de una morocha a pintarse?
Ah! El encanto de la futilidad femenina,
Un marco perfecto para un sábado vacio.
Un viento pasea una nostalgia de primavera en pleno verano!
Asi se va cuentando el tiempo de sábado
Sin musas, esas eternas aburrientas de las cuales se lamenta el hecho de no desancantar poemas.
Ellas no superviven a la pasión
No escriben locos poemas en el aire
No mueren.
Al tanto hacen soportable el despacioso pasar de las horas.
Ah! Sábados como el de hoy,
Vacios de todo.