Bébeme
en la pausa que se respira
en la noche que nos domina
en la furia y en la calma
total
hasta que no quede más que el ayer.
Fresca en los dedos se queda
el agua de la vida , de los sueños , de la memoria,
las palabras pequeñas y cansadas despuntan
como un sol recién parido.
Bébeme
así
despacio
silencio en la humedad de mi capullo
y con tu arrullo mis ilusiones vuelan.
Déja que me pierda entre los rincones
de tu corazón , de tu aliento,
de tu sombra que se enreda en mis dedos.
No importa si es la noche la eterna,
o eternos somos nosotros
cuando tus besos se hacen uno en los míos.
Bébeme
sin pensar , sin aquilatar la idea de presente
sin anticipar el despertar ,
déjame abrir la llave de la emoción
para que nos inunde
para que nos aproxime
para que nos sacie el momento, este encuentro.
Quiero ser esta humedad
que se cae por tu piel
y que sabe a miel desde la primera gota.
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