[center]Rómpeme con brumas y vientos
en el crepitar hierático
de la solemne grandeza.
Tu sortilegio es asombroso,
sorprendente tu seducción.
Envuélveme en el rombo obtuso
que convulsa el espasmo
de tu proximidad,
ensalma el conjuro de mi embeleso.
Me cautiva el encanto
que subyuga el hechizo
fascinante de tu embrujo.
Ríos de magma me recorren
y no llego a tu magnitud suprema.
Desmenuza mi esencia,
triza mi alma y absorbe
el ténue halo que desprende,
déjalo ir hasta tu apoteosis delirando
para que se enajene la ilusión.
Es la única forma de romper muchas cosas que se agolpan, mientras lees este maravilloso poema con tu voz de fondo, querida amiga.
Me encantaría que el sonido de la música de fondo, no le quitara el protagonismo a quien lo recita, pues el tono por encima de la voz no deja que se disfrute de la misma. Lo digo porque estoy intentando ver cómo gravo sin este problema, pero me han dicho que debo bajarme un programa en el que puedo conseguir evitar ese efecto no deseado.