ALFA, BETA, EPSILON.
Comienzo haciendo versos con verbos suicidados
algunas hojas secas desteñidas
cubriendo mi orfanato de cruzadas ideas;
pasear con mi perro, caminar apurado
hacia ninguna parte para tomar el sol
y siete veces siete sus rayos abracé
con mis manos muy frías sedientas de rocío.
Después seguí cauto haciendo muchos versos
con letras asesinas entre ramajes verdes,
de árboles aburridos con el viento tan frío
los mece y mortifica con sus pesados vértigos
atados como barcas llenas de rosas rojas;
parece mis humores se han teñido negros,
con campanarios mudos que rugen con ding dones
a veces estamos grises, oscuros limoneros,
con sabores amargos, naranjas azuladas.
Le dije a mi perro, palabras imposibles
y claro, no me entendió nada, pero me miró
pidiendo un cariño, me mostró sus dientes
tan blancos, diáfanos, pensé que tenía alma
y me volví triste a repensar este día
y decidí ponerle fin a la caminata
volví a ser yo mismo, con palmadas de cariño,
pensé cuan largo el día, para este breve poema,
y volví a encerrarme en mi horizonte verde,
mis rosas rojas casi negras renacieron.