EL RUIDO DE LOS GIRASOLES BREVE CUENTO POETICO

[ERNESTO WÜRTH]

[center]EL RUIDO DE LOS GIRASOLES
(mirando un cuadro de Van Gogh)
Breve cuento poético.

Cuando este sino de impensados poemas
se surten del agua caída de vertientes
y que luego se evaporan, para formar lluvias
de letras que dibujan la novena sinfonía,
no hay suficientes arcoiris coloridos
naciendo de la base de nuestros pensamientos
capaces de apagar la sed de gritarlos a los vientos;

a lo más querida mía, amiga que me mira
titubeante, no me temas, solo deseo poetizar hoy contigo,

entrar a las brisas del espacio,
allí donde Dios esta sentado, con su semásforo,
señalándonos las luces rojas y verdes que permiten
o rechazan las torpezas y las albricias,
en molinos de vientos
que giran igual que ruedas de bicicletas,

o esos girasoles amarillos de van Gogh,
que inmóviles nos miran,
nos preguntan los por qué la belleza de una simple flor
nos arrebató el sueño de pensar y también nos despierta
del profundo sopor, de vivir y morir al mismo tiempo.

Y les pregunto…¿sienten el ruido que hacen los girasoles
cuando la emoción de su belleza, tan simple, nos aletarga?

me recuerdo otro momento en el Louvre
mirando con Elenita la Gioconda; tiempo ha….


todo el público miraba la sonrisa pintada por Leonardo.
Todos estábamos absortos en ella
que nos miraba de reojos y nos seguía donde fuésemos;

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Y de repente miro a Elenita……., su sonrisa me miraba,
fue inmediata mi reacción al recibirla en mis ojos
y volviéndome hacia ella, le digo, perdóname amor,
déjame gozar aquí en París, de tu sonrisa única
que me ha llegado al corazón y se me ha clavado en él.
Y allí frente a esa obra de arte, sellé su sonrisa
con un beso tan grande, que me persiste hasta hoy día


Y me recuerda el ruido incesante de los girasoles
y comprendi por qué lo siento cuando los miro
y relaciono su ruido con esa sonrisa de mi mujer
que siempre la había tenido a mi lado
y tuve que compararla con la de Gioconda,
para darme cuenta que el ruido de esos girasoles
comenzaba a dar vueltas en mis oídos, y su belleza
comenzaba a entrar en mi líbido, como algo puro,
tan puro, como los labios de mi mujer que hoy me mira desde arriba sonriendo igual cuando mirábamos las pinturas de Van Gogh.



Ámsterdam, febrero 1996.


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[Antonia Pérez Garcí­a]

Estimado Ernesto...ha pintado esta obra, cuando uno mira semejante
belleza y arte atrapada en el lienzo al que el artista da vida.
obras como éstas que usted nombra, uno se emboba y hacen despertar
en uno, infinidad de sentimientos...incluso en los que antes no creí­amos.
Fantastico.. un abrazo de Antonia.

[ERNESTO WÜRTH]

ANTONIA, tiene razón. En europa hay tres lugares en los cuales volvimso siempre a releer obras y que fueron; GUERNICA DE PICASSO, especial de especial en mensaje y hermossura plastica. Un cuadro que dice mil mensajes emocionantes.
LOS GIRASOLES de van gogh, nos hacen pensar en lo injusta que fue la vida de este pintor, que NUNCA pudo gozar de la vida, como el lo quería. En cambio, nos entregó belleza pura con LOS GIRASOLES, que nos producen un ruido al mirarlos, como si girasen en el viento.
LA GIOCONDA DE Leonardo. Nos entrega la beldad de una sonrisa de mujer, que puede mover al mundo.
Gracias por su linco comentario, abrazo ernesto