
Estáis vivos cuando vuestras obras
Son como campanitas que anuncian
Un amanecer lleno de amor.
Estáis muertos cuando vuestras obras
son obstáculos que dificultan tu andar.
La vida y la muerte siguen nuestros pasos
Con cánticos alegres o tristes melodías,
Completando así el destino de los seres.
Algunos fueron éxitos vestidos de fracasos
y otros fracasos que brillaron como éxitos.
La persona extraordinaria es humilde,
va dejando huellas de sabia pobreza,
Siembra en la verdad los frutos del hambre.
Amigos del mundo que dan esperanzas,
Aun que la desesperanza nuble el camino.
Personas extraordinarias que dan amor
A pesar de tener su sabia escasamente.
Alientan a otros a seguir adelante,
Mientras ellos mismos están detenidos
En busca de un nuevo horizonte...
Si acaso tropezáis con estas personas,
Tiéndeles tu mano pues son ángeles caídos.
Cobíjalos en tu corazón y ya no estarás solo.
Restaura sus heridas y alimenta su cuerpo
que tu alma agradecerá el tibio gesto.
Hay muchos que ofrecen ayuda,
Mas nunca concretan sus obras planeadas,
Se engañan a sí mismos dicen ser nobles,
Comparten las sobras que no quieren usar,
Son Mortales que creen en la inmortalidad.
Los motivos para ayudar son nobles,
Pero muchos se encienden solo por un día.
Luego se apagan no se pueden mantener.
Ayudar es participar con sabiduría,
Para que las obras tengan sostenibilidad.
Las personas extraordinarias viven solas,
Ayudan a sus semejantes y callan sus obras.
Son ángeles humanos que cuidan de los demás,
Como raíz del vida construyen cimientes,
Son verdaderos héroes en la necesidad.