FLOR CELOSA

[A. Elisa Lattke V.]

FLOR CELOSA

Si canto al amor es porque lo llamo
proclive soy a un sentir enamorado;
me enloquece servir a mi deseada…
a mi flor de montaña que más amo.
No es la violeta, ni clavel, ni rosa;
sí, la flor de los Alpes que más quiero,
ayer la dije lo mucho de este esmero
y la flor del rosal me hirió celosa…

Trasciende riesgo por desear lo bello
y hiere la bella flor que se nos clava
con fina espina de su amor austero.
Y, a cambio, de robarnos su destello
languidece la flor de tierra y lava...
¡Y nunca amor a flor que tanto quiero!
***

Elisa, en: “Lorquiana”. 15-11-05

AVATAR: Dibujo original pintado por ELISA LATTKE con efectos especiales del programa de M. "Foto Editor".

[Antonia Pérez Garcí­a]

¡Hola Elisa!... precioso poema y la ilustración una maravilla
lo leeremos el sábado.
Un beso de Antonia.

[ERNESTO WÜRTH]

ELISA, MEINELIEBELIEBEFROSCHIEBLAU, Eifrig............lindoel gato, que maulla? tu hermoso poema te retrata liebe freund, los celos es lo peor que podemosa sufrir con el amor. Me encantan tus expreesiones, son tan tuyas, te abraza ernesto

[Grisel Vidales Camaño]

Que alegrí­a querida amiga encontrarte en este espacio, hermoso tu poema , tus versos siempre quedan en mí.
Recien me entero que pintas, eres una cajita de sorpresas maravillosa.
Un abrazo lleno de ternura.
Grisel.

[A. Elisa Lattke V.]

Que alegría querida amiga encontrarte en este espacio, hermoso tu poema , tus versos siempre quedan en mí.
Recien me entero que pintas, eres una cajita de sorpresas maravillosa.
Un abrazo lleno de ternura. Grisel.

Gracias, Grissel. Qué canes tan lindos, me encantan pero no puedo tener un chucho guapo, sí algún gato, pero ahora no tengo más que ese dibujado He tenido de todo, hasta una luchuza recién salida del cascarón. Era un amor y cuando llegaba a casa le decía: ¿Dónde está mi niña?, ¡Athenea, ven con mamá que te quiere! Y ella que permanecía escondida y nadie de casa sabía dónde se metía, salía feliz a recibirme y me hacía caricias con su piquito en mis orejas mientras permanecía en mi hombro. Era un a preciosidad de ave muy inteligente. Ambas nos sentíamos amadas la una por la otra, pero un día decicieron llevársela a su habitat natural "porque pertenecía a su mundo y debía aprender a sobrevivir sola"... No lo pude entender, ella necesitaba de mí, sólo me conocía a mí y yo le daba su alimento. LLoré por la decición y la falta de interés porque respetaran mis deseos , pues ella era ya un vínculo con mi alma... La persona que se la llevó quiso que se fuese adaptándo dejándole comida fresca en cima de una rama y atada a una pata (¡Bruto!) Ella no pudo defenderse de lo desconocido y la atacó un gato que no llegó a comérsela. apareció colgada de su pata en el árbol...

Nunca la olvidaré y conservo una foto cuando aún era un pichón lleno de pelusa blanca y esos ojos enormes que al cerrarse eran como una línea, que al verme la primera vez que se abrieron al salir prácticamente del cascarón, vieron un ser humano y creyó que yo era su referente, su madre, la única que velaría por ella...

Fue muy duro ese golpe para mí hace unos quince años, pero la experiencia me enseño algunas cosas que no había aprendido: ser yo mismo y no dejar que otros tomaran iniciativas o me hicieran propuestas que eran ajenas a mis criterios y que podría arrepentirme de los resultados.

Aún me emociona su recuerdo porque era como una hija. La sentí como cualquier ave que en su nido pierde un poyuelo en las garras o las fauces de un depredador.

Besos. Elisa.

[Grisel Vidales Camaño]

Ay amiga que triste lo que me has contado, así­ son ciertos seres humanos.
Amo a mis perros, son mis hijos vaarones que no tuve.
Te queirooooooooooooooooooo.
Besossssssss.
Grisel.