¡Necesito!

[Luis González Chávez]

De tus labios el fuego,
fuego que mi cuerpo abrase
de caricias en juego,
juego que me satisface.

En las noches gélidas
cuando no estás conmigo,
no encuentro las salidas
para estar en tu abrigo.

¡Oír tu voz, necesito!,
timbrada y delicada
ligera como un pececito,
irrumpe en la cascada.

La montaña se cubre
con bellísimo manto,
albina nieve escurre,
por su falda en llanto.

En la flora hay pobreza
por los daños sufridos,
de árboles y su corteza,
con los bosques destruidos.

Plantas y natura esculpida
esculpida por mano divina,
divina obra interrumpida
por la presencia maligna.

[Antonia Pérez Garcí­a]

¡Amigo poeta Luis!...franco y delicado poema nos ha ofrecido.
Un saludo afectuoso de Antonia.