Sortilegios y Tropelias

[Nadaly Then de La Cruz]

Dí­as de sortilegios o noches de tropelí­as
Serán los que verán pasar un dí­a
Cosas asombrosas e inauditas
Que no pasan todaví­a

Amará mi cordura a tu locura
Con pasión y con denuedo
Como ama el torero al ruedo
O como quien la gloria procura

Tu tristeza a mi alegrí­a
Amará sin temor ni cortapisa
Y a tu alma el alma mí­a
Sin lógica y con ventisca

Sin temer al ansiado instante
Segura de tu amor distante
Totalmente en ti confiada
Satisfecha y enamorada

Esperaré tus tropelí­as
Bajo alguna penumbra callada
O cual chiquilla enamorada
Al nacer un nuevo dí­a

Expectante viviré en mi vida
El mágico sortilegio
Que en una tarde de privilegio
O en una noche cálida y oscura
Hará que tu locura
Con pasión me desnude el pecho

Que tus ansias degusten mi boca
Como al zumo de una fruta sabrosa
O cual al néctar de una delicada rosa
Que con sus mieles amor te provoca

Y como las flores dócilmente al rocí­o
Me plegaré mansamente
A tu trasgresión vehemente
¡Dulce amor mí­o!

[A. Elisa Lattke V.]

Que en una tarde de privilegio
O en una noche cálida y oscura
Hará que tu locura
Con pasión me desnude el pecho

Que tus ansias degusten mi boca
Como al zumo de una fruta sabrosa
O cual al néctar de una delicada rosa
Que con sus mieles amor te provoca

Y como las flores dócilmente al rocí­o
Me plegaré mansamente
A tu trasgresión vehemente
¡Dulce amor mí­o!

Oh, cómo está la espera de comprometida con este poema , querida compañera. Irá ese al que provocas con tanta vehemenecia? ¡El se lo perderí­a! buen poema de necesidades amatorias sin reparos. Un beso. Elisa.[flash=][/flash]

[Antonia Pérez Garcí­a]

¡Hola Daly!... gran despliegue poético, mi admiración...
la leere en el programa del sábado 6 de septiembre.
Un beso grande de Antonia.

[Nadaly Then de La Cruz]

Que en una tarde de privilegio
O en una noche cálida y oscura
Hará que tu locura
Con pasión me desnude el pecho

Que tus ansias degusten mi boca
Como al zumo de una fruta sabrosa
O cual al néctar de una delicada rosa
Que con sus mieles amor te provoca

Y como las flores dócilmente al rocí­o
Me plegaré mansamente
A tu trasgresión vehemente
¡Dulce amor mí­o!

Oh, cómo está la espera de comprometida con este poema , querida compañera. Irá ese al que provocas con tanta vehemenecia? ¡El se lo perderí­a! buen poema de necesidades amatorias sin reparos. Un beso. Elisa.

Gracias Elisa querida, un privilegio que pases y me comentes. Un beso y mi amistad de siempre
Daly